Nuevas habilidades al servicio de la pedagogía

Cuando hablamos de las nuevas habilidades que tenemos al servicio de la educación, uno de nuestros focos se sitúa en la tecnología y en este avance digital que estamos viviendo. Son habilidades aportadas a nuestras aulas, usando la robótica, programación o pensamiento computacional, conceptos que debemos entender bien como docentes para conocer la importancia de…


Cuando hablamos de las nuevas habilidades que tenemos al servicio de la educación, uno de nuestros focos se sitúa en la tecnología y en este avance digital que estamos viviendo. Son habilidades aportadas a nuestras aulas, usando la robótica, programación o pensamiento computacional, conceptos que debemos entender bien como docentes para conocer la importancia de su integración en la educación actual.

Pensar en Robótica o pensamiento computacional va mucho más allá de simples robots o programar y además es un error pensar que únicamente están alojadas en el ámbito tecnológico, su integración en las aulas debe ser vista desde una perspectiva más amplia y con un objetivo de aprendizaje más transversal.

La robótica puede ser un pilar dentro de la educación STEAM que ya es un enfoque importante en muchas escuelas de nuestro país. A medida que el mundo se vuelve cada vez más digital, la programación, que es una parte integral de la robótica, se convertirá cada vez más en elemento central del aula fomentando creatividad, innovación y transversalidad dentro de los colegios. No olvidemos que la robótica también ayuda a introducir metodologías como la gamificación, permitiendo una mayor motivación y personalización en el aprendizaje de los más pequeños.

Debemos pensar que la robótica en un futuro próximo será tan importante y omnipresente como lo están siendo las TIC en estos últimos años. Fomentar en nuestros alumnos habilidades como la cooperación, creación e innovación con el uso de una tecnología que tendrán en su mano cuando abandonen la escuela, no sitúa en el camino de la transformación digital educativa.

Todas estas habilidades tienen su base en un pensamiento, en un proceso de resolución de problemas, llamado “pensamiento computacional”. Un concepto que podemos definir como la forma de dividir los desafíos que se nos plantean, en pasos más manejables o sencillos, para de esta manera encontrar una solución que nos permita seguir avanzando en los siguientes retos. Algo esencial para seguir avanzando y creciendo en las habilidades que nos aporta la tecnología en las aulas. Pero este pensamiento nos abre puertas más allá de la tecnología, es una forma de pensar en problemas y abordar las dificultades dentro de cualquier ámbito.

Enseñar esta manera de pensar a nuestros alumnos, nos hace dotarles de unas habilidades necesarias para esta revolución digital. Desarrollar el conocimiento y las habilidades para comprender y crear con el pensamiento computacional, es ahora un imperativo del siglo XXI.

Con grandes tecnologías y transformaciones digitales en nuestras vidas, la educación tiene que ser un valor fundamental para nuestro futuro. Los alumnos de hoy más que «programar» en clase; necesitan usar estas nuevas habilidades de manera continua para inspirar su curiosidad, imaginación, juego, invención y creación.

El trabajo de estas habilidades aportadas al aula no es una idea nueva o una moda pasajera, sino un concepto fundamental.

Como conclusión podemos señalar que es muy importante que los alumnos desarrollen y perfeccionen estas habilidades fuera de sus clases de Tecnología o del ámbito más estrictamente tecnológico, debemos verlo como un procedimiento o metodología dentro del colegio.

Como profesores, uno de los primeros pasos que debemos seguir para su integración es revisar nuestro plan de estudios e identificar oportunidades para inculcar habilidades computacionales que nos permitan mejorar el entendimiento, resolución y comprensión de conceptos dentro de nuestras asignaturas.

Educación 3.0

Articulo incluido en la revista Educación 3.0 por sus 10 años de historia.

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